Pintar una moto no es un proyecto menor, obtener un resultado óptimo es complicado y la calidad que puedes conseguir en un centro especializado será difícil de igualar, pero la satisfacción de hacerlo uno mismo no tiene precio.
También ocurre que debido al desgaste que las motos sufren, también es necesario darles una mano de pintura para que vuelvan a la normalidad y que recuperen el aspecto juvenil del cual gozaban antes de sufrir ese tipo de daños.
En cuanto al equipamiento; necesitarás pistola de pintura, compresor de aire, lijas, aparejo, pintura, barniz, cinta de carrocero, cinta de perfilar, y por supuesto elementos de protección como mascarilla, guantes, gafas, y si es posible, mono de pintura. Todo lo puedes encontrar fácilmente en cualquier tienda especializada.
Para la base de pintura en tu moto hay que especificar que dependiendo del fabricante se recomienda un tiempo entre las distintas capas . Mezclar la pintura con tiempo y dedicación es algo crucial para un acabado perfecto. Ten en cuenta que la pintura debe estar en una temperatura óptima y esto podrias controlarlo por ejemplo con un buen aire acondicionado pero si no se da el caso utiliza un termómetro y espera al momento adecuado.
Tras finalizar este paso tal y como indican las instrucciones del fabricante es hora de una capa de transparente. Repetiremos el proceso de espera de secado y una vez acabado repasaremos toda la superficie observando imperfecciones y analizando resultados.
La parte final y no por ello menos importante es el pulir tu moto. Aquí si te recomendamos que lo pidas prestado o te lo compres. Un buen pulidor de velocidades variables es la diferencia entre un acabado bueno y uno profesional. Añádele un buen compuesto de pulido, si no sabes cual pregunta donde compraste la pintura.
Al igual que en el pintado, este proceso requiere paciencia, pero hay que ser aún más precavido, la zona de barnizado y de almacenaje posterior, debe estar bien ventilada y lo más aislada del polvo posible, piensa que cualquier mota de polvo se puede adherir a la superficie y desmerecer todo el trabajo realizado.