Asegurarte de que los neumáticos de tu motocicleta mantienen la presión adecuada es muy importante para su óptimo funcionamiento. De una calibración de aire correcta dependen factores de seguridad muy importantes como la estabilidad de tu moto, su capacidad de frenado y su tracción, además de la durabilidad de la misma llanta.
Revisar la presión una vez a la semana debería de ser parte de nuestras rutinas en moto, pero desgraciadamente olvidamos esta sencilla rutina de mantenimiento. Dedicarles unos minutos a nuestros neumáticos es la diferencia entre rodar seguro o inseguro, además de que nos duren en perfecto estado o no.
Presión ideal de las llantas de moto
Por por regla general podemos aplicar para motos grandes unos 2.4 o 2.5 Kg/cm2 delante y 2.8 o 2.9 detrás. Mientras que para un Scooter la combinación estándar podría ser 2.0 o 2.2 delante y 2.4 detrás (2.8 si llevas pasajero). La presión en las ruedas de nuestra moto se debe medir en frío.
Importante es mencionar, también que, incluso si no usas la moto, los neumáticos pierden, en promedio, casi 0.1 bares por mes, por lo que no está demás, aún en parado, darle una revisada.
Riesgos de no tener las llantas a una presión ideal
Una presión inadecuada, además, es uno de los factores que pueden influir para que estemos expuestos a sufrir un reventón de una rueda; algo que en una moto puede ser fatal.
Los neumáticos con poco aire se deforman más, tienen mucho más contacto con el asfalto y hacen que tomen temperatura mucho más rápido… y que su compuesto comience a fallar si esta temperatura es excesiva. Por regla general unos neumáticos no revientan por exceso de presión, si no por todo lo contrario, por rodar con ellos con poca presión.
Lo más recomendable es que cada 8 días verifiques que la presión de tus neumáticos sea la adecuada. Debemos tener siempre en cuenta que el uso constante de nuestra motocicleta genera cambios de presión.
¿Es bueno utilizar nitrógeno para inflar los neumáticos?
Para el uso normal del neumático de la moto no es necesario que los inflemos con nitrógeno, que es un gas inerte no inflamable. Este tipo de gas se usa en neumáticos específicos en competición, minería o aviación y puede contribuir mínimamente a que no haya pérdidas de presión por permeabilidad, además de mantener mejor el interior de neumático y llanta a largo plazo